APLICACIONES DEL ELECTROMAGNETISMO
Indudablemente, la primera aplicación práctica del
electromagnetismo es en la generación de energía eléctrica en corriente alterna,
es decir, la que usamos cotidianamente en nuestros hogares, lugares de trabajo
y comercio
Sin campos magnéticos no habría inducción
electromagnética, y sin inducción electromagnética no habría energía eléctrica;
Tanto los generadores que transforman la energía mecánica en eléctrica, como
los transformadores que elevan el nivel de tensión para su transporte o
aquellos que reducen la tensión para que podamos usarla en nuestros domicilios,
funcionan gracias a la inducción electromagnética.
También los motores eléctricos son una consecuencia
de la aplicación de la inducción electromagnética. Y, aunque no nos demos
realmente cuenta, éstos están hoy presentes en cualquier aspecto de nuestra
vida cotidiana, desde los compresores de nuestros frigoríficos o equipos de
aire acondicionado, hasta los ascensores y escaleras mecánicas, pasando por las
unidades motrices de metropolitanos y ferrocarriles eléctricos.
Las telecomunicaciones actuales son otra de las
aplicaciones prácticas del electromagnetismo. No sólo la telefonía e internet
móvil; la televisión o las distintas transmisiones radiofónicas, tanto las de
la radio comercial como las comunicaciones entre servicios de emergencia o
empresas, son posibles gracias a la transmisión de ondas electromagnéticas.
La navegación moderna, tanto marítima como aérea,
también se beneficia del empleo de las ondas electromagnéticas, no sólo para
los generadores embarcados o sus equipos de telecomunicaciones; El radar, que
permite tanto a buques como aeronaves evitar obstáculos, también funciona
gracias a la transmisión y recepción de este tipo de ondas; O los transponders
de los actuales aviones, que facilitan el control del tráfico aéreo informando
a las estaciones en tierra de la identidad de la nave así como de su velocidad
y altitud mediante la emisión de ondas electromagnéticas en el espectro de las
radiofrecuencias.
Los GPS que utilizamos actualmente también
funcionan gracias a las ondas electromagnéticas: Los satélites transmiten
señales que son detectadas por los equipos receptores, permitiéndoles conocer
su posición concreta, altura y hasta velocidad real.
Los modernos sistemas antirrobo de los centros
comerciales y tiendas también están basados en los campos electromagnéticos que
se establecen entre los dos arcos del sistema; Las etiquetas o pinzas que
llevan los productos contienen una bobina que, al atravesar el campo creado por
los arcos, generan una pequeña corriente que produce perturbaciones en ese
campo, provocando el disparo del sistema.
También los modernos sistemas de control de acceso
utilizan los campos electromagnéticos: El equipo de control de acceso genera un
pequeño campo magnético; Cuando se acerca la tarjeta al lector, en ésta, que en
su interior contiene una pequeña bobina, se genera una corriente que permite
transmitir los datos de ella, también mediante ondas electromagnéticas, al
sistema, el cual dependiendo de la programación nos permitirá o no acceder.
Gracias a la existencia de los campos magnéticos
producidos por la corriente eléctrica, contamos con protecciones en nuestros
hogares y oficinas como los interruptores diferenciales, que sirven para
proteger a las personas ante los contactos accidentales con la energía
eléctrica, o los magnetotérmicos, que protegen las instalaciones de los
cortocircuitos y sus consecuencias.
Por último, los discos duros de los ordenadores en
los que guardamos toda la información hoy en día, utilizan también los campos
electromagnéticos para funcionar.
Electromagnetismo y medicina
Los equipos basados en la transmisión y recepción
de ondas electromagnéticas también han conquistado la medicina, empezando por
los famosos equipos de rayos equis que permiten ver con facilidad y en poco
tiempo huesos rotos a algunos otros problemas en el interior del cuerpo sin
necesidad de rajarnos, o la progresión de éstos, los equipos de Tomografía
Axial Computarizada.
También basados en ondas electromagnéticas se
encuentran los nuevos equipos de resonancia magnética, ideales para el estudio
y detección de alteraciones en los tejidos, como la existencia de un cáncer, y
menos agresivos que los TAC o rayos equis al no funcionar mediante ondas
ionizantes.
Otra de las aplicaciones de los campos
electromagnéticos en medicina es la estimulación magnética transcraneal,
técnica no invasiva utilizada para corregir o paliar los efectos de la
depresión, ansiedad, déficit de atención, hiperactividad, estrés postraumático,
migrañas, etc sin necesidad de medicamentos u otras sustancias químicas.
Los equipos emisores de radiación ultravioleta,
junto con los equipos emisores de infrarrojos, son ampliamente utilizados en
medicina para esterilización, al ser capaces de eliminar toda clase de
bacterias y virus sin dejar residuo alguno.
Ni que decir tiene que para numerar todas las
aplicaciones actuales de los campos electromagnéticos sería necesario el
espacio de un libro pero, como resumen, se podría decir que el
electromagnetismo ha contribuido en gran medida a crear el mundo que
disfrutamos en la actualidad, estando en la actualidad rodeados de campos
electromagnéticos cada vez en mayor número.
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